Nos lanzamos y esperemos poder volar, porque sino es así, entonces, entonces caemos como piedras y durante jambajes nos preguntamos: se puede saber porque he saltado?. Pero aquí estoy . . . . cayendo y solo hay una persona que puede hacerme creer que vuelo... Y eres tu.
Pero prefieres cerrar la puerta para mi. Aprendí que las oportunidades no se deben malgastar y creeme cuando te digo que con una oportunidad tengo.
Pero esto es lo que hace tan jodidamente difícil enarmorarse, que siempre se dan cuenta tarde de lo que se pierden. Entonces cuando el capullo que eligieron las deja nos toca a los demás recoger los trocitos para otro idiota pero también nos cansamos y se nos acaba la pasiencia así que cuidado porque no estaremos para simpre.
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